Aunque algunos le dijeron que no lo lograría, hace poco Nasly Cubillos Ayala recibió el diploma que la acredita como médico. Un logro que alcanzó  gracias a su esfuerzo y al apoyo del Proyecto de Educación Superior de World Vision, que hoy nos comparte su historia.

Desde hace 38 años, cuando World Vision llegó por primera vez a Colombia, los ejemplos de transformación que han vivido los niños y las familias en situación de vulnerabilidad son innumerables y, por fortuna, no dejan de aparecer.

El más reciente es el de Nasly Cubillos Ayala, de Cali, quien recibió en agosto pasado el título de médico de la Universidad Santiago de Cali, gracias al esfuerzo decidido de sus padres y al apoyo de la organización.

Nasly realizó sus estudios superiores con la ayuda del Proyecto de Educación Superior de World Vision (financiado por la oficina de Canadá), que se encargó del pago total de su carrera profesional.

“Me siento afortunada porque muy pocas personas pueden ser lo que quieren ser. Desde que era una niña soñaba con ser médico y no faltó quien me dijera que no iba a conseguirlo. Sin embargo, mi mamá y World Vision alimentaron mis sueños y hoy se hicieron realidad”, expresa orgullosa Nasly.

La historia de esta joven caleña con la organización empezó cuando era apenas una niña. Creció en el Distritito de Aguablanca, una de las zonas con altos índices de violencia y vulnerabilidad de la capital del Valle del Cauca, y allí logró ingresar al programa de patrocinio Mojica.

Hasta los 16 años fue apoyada por sus patrocinadores, pero continuó su proceso en el Movimiento Nacional Gestores de Paz, desde donde promovió una cultura de paz y orientó a muchos de los niños de su comunidad.

Sus capacidades y aptitudes la llevaron, en 2004, a representar al Movimiento en el Foro Internacional de las Culturas, organizado por la ONU en España.

Una vez se graduó del colegio, a Nasly se le presentó la posibilidad de acceder a la universidad con el apoyo de World Vision. “Primero estudié laboratorio clínico y después con el programa de educación pude empezar la carrera profesional”, indicó la joven.

“Estoy agradecida con el Señor y feliz porque Nasly es profesional. A pesar de nuestra situación económica y familiar pudo cumplir su sueño gracias a Dios y a World Vision”, asegura Betty Ayala, mamá de la joven.

Hoy, siete años después, Nasly es médico profesional y espera servirles como ejemplo a cientos de niños que viven en las mismas condiciones de pobreza y desigualdad en las que ella se crió.

A partir de ahora, esta nueva profesional de las ciencias de la salud empezará a devolver con su trabajo ese aporte que le hizo World Vision, para que otro joven cumpla su sueño de estudiar.
Por: World Vision.