La CIDH reconoció la labor de los Estados de la región con sus sistemas nacionales de protección integral de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, pero pidió redoblar los esfuerzos para fortalecer su funcionamiento. En su concepto, estos sistemas son fundamentales para asegurar la positiva vigencia, protección y defensa de los derechos de la niñez y la adolescencia.